3 de enero de 2017
Patricio Zuquilanda navega entre las metáforas y su impaciencia
Redacción Política
20 de abril de 2005 Ecuador sufre una tormenta política:
el presidente Lucio Gutiérrez, elegido en 2003, es derrocado al mediodía.
Horas después, varios de sus amigos y compañeros
abandonan progresivamente un barco llamado Partido Sociedad Patriótica (PSP).
De entre los ‘náufragos’ que quedaron tras la tormenta, y
luego reacomodaron sus cargas para dar continuidad al proyecto del PSP, se
destaca uno: Patricio Zuquilanda Duque.
Mientras el país veía irse en helicóptero al entonces
Presidente, Zuquilanda se encontraba en Bogotá, a la espera de que el
aeropuerto ecuatoriano se abriera para estar con su amigo.
Gracias a su lealtad con la organización política, el 16
de julio de 2016 PSP proclamó a Zuquilanda como vicepresidente de la
organización, y el 22 de noviembre como candidato (competirá por la Presidencia
con otros 7 aspirantes).
Al preguntar a los amigos, familiares y trabajadores quién es Patricio Zuquilanda,
todos coinciden en describirlo como el amigo, compañero, candidato, cómplice,
padre, esposo y embajador.
Con evidente amor a los caballos (se palpa en cada
espacio de su casa), heredado de su padre, José Zuquilanda, Patricio enseña con
metáforas a quienes lo rodean. “Ves un caballo pequeño y piensas: no puede
saltar mucho, pero lo logra.
Él te enseña que el pequeño puede, si pone todo su
corazón”, cuenta su hija Isabella.
El candidato anota, además, que lo único que tiene un ser
humano es la palabra y así lo recuerda Edwin Johnson, exembajador en Egipto.
Cuando estaban iniciando en la Cancillería, Zuquilanda le
dijo: “nosotros vamos a ser gente importante”, pero Edwin dudaba de aquello.
“Cuando a mí me nombren ministro, tú coges tus maletas que yo te voy a esperar
para que seas mi viceministro.
Yo haré lo mismo si lo eres tú”, le comentaba el joven
Zuquilanda.
Cada quien siguió su ruta; años después, con la llegada
de Gutiérrez a la Presidencia, Johnson vería a su amigo como Canciller.
Luego Patricio lo llamaría y le preguntaría dónde quedó
la promesa y por qué no llegaba aún. Zuquilanda sostiene que el actual gobierno
pensó en su nombre para ser parte del equipo que apoya a la Revolución
Ciudadana, pero él, siendo un PSP de corazón, dijo que no.
Al contrario, vio cómo, lo que considera fue su trabajo
de décadas, se venía abajo: la academia que fundó para la profesionalización de
cancilleres. “Eso sí me tiene resentido con (Ricardo) Patiño”, dice.
Para el sociólogo Édison Hurtado, el factor adverso de
Zuquilanda -su verdadero enemigo- sería quedarse como candidato testimonial,
sin pasar a la segunda vuelta. Sería un golpe duro para él.
Entre sus amigos y allegados corre la certeza de que el
presidenciable del PSP sufre de impaciencia. Le gusta la perfección en los
detalles y la rapidez en las acciones. “Son sus defectos”.
Familiares y amigos aseguran que Ecuador, si Zuquilanda
gana y gobierna, será una nación con identidad y desarrollo, gracias a su
patriotismo, lealtad y sensibilidad a la hora de enfrentar los hechos.
Su familia augura que será un presidente que no tratará
de hacer el país que todos esperan, sino el que a todos conviene. “De ser
presidente me tendrá para levantarlo cuando caiga, y sobre todo para apoyarlo
porque sé que tiene la capacidad”, anota su segundo hijo, Darío Sebastián.
Patricio Zuquilanda es el cuarto candidato que presenta
el PSP. Si él ganara las elecciones de 2017, sería el 45º presidente
constitucional de la República del Ecuador. (I)
Perfil.
Patricio José Zuquilanda Duque.
Nació el 17 de diciembre de 1947, en Guayaquil.
Casado con Priscilla Flores Estévez.
Tiene 4 hijos: Gabriela, Darío Sebastián, José Alejandro
e Isabella.
Fue Ministro de Relaciones Exteriores, embajador en Corea
y es el vicepresidente del Partido Sociedad Patriótica (PSP).
Se define a sí mismo como nacionalista. No se cree de
derecha ni de izquierda.
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