La diplomática postura de Patricio Zuquilanda sobre el matrimonio igualitario
El ex canciller del Gobierno de la Sociedad Patriótica, y
aspirante a la Presidencia de la República, cree que debe haber un diálogo
nacional sobre el matrimonio igualitario. En el documento de su plan de
gobierno, que tiene ocho hojas, no se tocan temas relacionados con la
diversidad sexual o la familia. Zuquilanda prefiere, según destaca, apuntar a
los temas de interés público. Sin embargo, da una cifra: por lo menos 220 mil
personas tendrían una orientación sexual distinta en el Ecuador y eso lo convierte
en un tema de interés nacional.
FERMÍN VACA S.
Ocho páginas tiene el plan de gobierno que la
Sociedad Patriótica, con la firma del aspirante a la presidencia de la
República, Patricio Zuquilanda, ha presentado a las autoridades electorales.
En el documento, el ex canciller sostiene que se debe
crear una nueva sociedad ecuatoriana, que esté basada en la moral y los
valores, pero no entra en mayores detalles al respecto.
El ex canciller del Gobierno de Lucio Gutiérrez, quien
fue diplomático de carrera del Servicio Exterior ecuatoriano y funcionario
internacional de alto rango, mantiene las formas moderadas de la diplomacia
tradicional. Por eso, sus pronunciamientos sobre temas polémicos, parecen
eludir cualquier roce con los sectores involucrados.
A diferencia de otros postulantes, que hablan de la
familia -convencionalmente entendida- como la base de sus políticas sociales,
Zuquilanda le apuesta a otros temas, como la educación, y la recuperación de la
libertad en el país por medio de eliminar las polémicas instituciones de
control informativo del Ecuador de Correa, como son la Superintendencia de
Comunicación y el Consejo de Desarrollo de la Información.
Aunque el postulante anunció su apertura para reunirse
con activistas del matrimonio igualitario en el Ecuador, hasta el momento dicha
reunión no se ha concretado. Se informó en la campaña de Zuquilanda que estaba
pendiente entre sus actividades, pero no tenía, hasta el cierre de esta
edición, fecha fija. En el PSP se informó que, sin embargo, han tenido
reuniones con activistas de la diversidad sexual para entender mejor la
problemática, sobre la cual no tenían un criterio definido pues lo consideraban
un asunto privado que no era parte del debate público.
Pamela Troya y Gabriela Correa, dos de las activistas del
matrimonio igualitario en Ecuador más conocidas, mostraron desde fines de
noviembre de 2016 su disposición a reunirse con el presidenciable del PSP, partido
cuyos cuadros más importantes son ex militares de la generación de los hermanos
Lucio y Gilmar Gutiérrez, principales figuras de esa tienda política.
PLAN V buscó al candidato para conocer su punto de vista
sobre el tema, y estas fueron sus respuestas:
¿Qué opina usted sobre el matrimonio entre personas del
mismo sexo que está prohibido por la actual Constitución?
¿Propondría una
reforma constitucional en ese sentido?
Bueno pienso que ahí hay dos partes. Yo, para serle
sincero, no entendía muy bien esto, hasta que buscamos el asesoramiento en el
partido, pues nunca habíamos tenido una posición sobre este tema en Sociedad
Patriótica.
Habíamos dicho anteriormente que todas las personas tienen derecho
a amar, a relacionarse como a bien tengan con quién sea, y ese no es un asunto
político sino personal, de la comunidad, por lo que tenemos ningún problema en
que cada persona tenga su preferencia sexual, o de relacionamiento sentimental.
Hasta ahí había llegado nuestra postura. Pero dentro del examen de los grandes
temas nacionales, lo hemos identificado como un tema importante, pues se dice
que habría unas 222 mil personas de la diversidad sexual, organizadas en varias
asociaciones, que no tienen una representación única, pero tienen problemas
específicos.
Hemos conversado con algunos de ellos, hicimos un mini
seminario aquí en el partido, y entendimos todas sus aspiraciones y yo, en lo
personal, creo que entiendo el problema.
Una cosa es la parte sexual, en la que nadie puede
meterse porque es una decisión personal, más allá de las leyes que pueda haber,
así como posturas religiosas o sicológicas, ese es un asunto personal en el que
nadie puede inmiscuirse, pero en la parte de la administración pública, yo le
diría que el Ecuador está como en los tiempos de la Inquisición, porque la
sociedad, los grupos religiosos, los grupos políticos, no quieren discutir el
tema, todos tienen miedo y recomiendan no decir algo que pueda enojar a la
Iglesia (Católica) o a grupos de señoras o situaciones como esas.
La sociedad ecuatoriana tiene ese problema: cuando no quiere discutir un tema se pone un parche en los ojos y hace como que no existen los problemas.
La sociedad ecuatoriana tiene ese problema: cuando no quiere discutir un tema se pone un parche en los ojos y hace como que no existen los problemas.
Me parece que no tiene que ser un asunto impositivo: en
la Constitución de Correa dice lo que usted ha mencionado, pero supongamos que
viene otro Gobierno y dice lo contrario, y así. Eso no puede ser, debemos tomar
en cuenta el campo cultural...
¿Y qué solución le daría usted a esta problemática que
reconoce?
Lo que yo haría sobre este tema es convocar a una cumbre
de instituciones serias, en donde participen todos quienes quieran venir, como
representantes de todos los sectores, que enfoque el tema y le busque una
solución.
Ahí nos vamos a informar de que estas personas son
discriminadas, cuando van a una notaria, un juzgado, una universidad, y la
gente les discrimina. Las razas en el Ecuador ha denunciado también el discrimen,
que es un tema cultural.
Cuando fui embajador en Singapur vi una ciudad estado de
once lenguas y 17 comunidades, y el secreto de esa nación es que la gente se
reúne, conversa y negocia. Los ecuatorianos no nos reunimos, ni negociamos, ni
conversamos, ese es un problema.
Pienso que la situación de las minorías sexuales debe ser
solucionada, no puede seguir siendo postergada, pero hay que buscar una
solución definitiva, no es cuestión de una solución autoritaria ni de
convertirlo en un tema religioso, filosófico, social o de amarres políticos.
Este es un tema humano de discriminación, ellos no pueden ser discriminados
nunca, deben ser respetados en todos sus derechos, convocaré un diálogo
inmediato.
¿Pero está usted a favor o en contra? Su posición sin
duda pondría de manifiesto sus criterios al respecto...
No le digo si estoy a favor o en contra, porque yo no
quiero cometer el mismo error de fijar una postura, cuando debemos negociar y
encontrar una solución. Yo estoy a favor de la solución que ellos plantean y de
sus demandas.
¿Qué opina de la postura de convocar una consulta popular
sobre el matrimonio igualitario, cosa que no se ha hecho en ningún país como
Argentina, México, España o Francia?
Los ecuatorianos estamos disponibles para ganar, no
importa si en el camino perdemos. Debemos aceptar como sociedad el tema y
comportamos bien. Qué sacamos de una consulta en este tema, como no sea que va
a seguir el discrimen de quienes lo hacen se gane o pierda la consulta. Debemos
solucionar los problemas culturales antes de nada.
Para unirse al Control electoral haga clic en la imagen.
Texto y foto tomados de la Revista Plan V
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