Jueves, 16 de febrero, 2017 - 16h03
Patricio Zuquilanda rechazó tarimas, bailes y cierres de campaña
Su estilo es frontal, llama la atención de la gente,
apoya las manos en sus hombros, les habla y los escucha mientras los ve a los
ojos, algo que a algunos incomoda, pero el candidato del Partido Sociedad
Patriótica (PSP), Patricio Zuquilanda, dice que así conoce las penurias de los
ecuatorianos.
La vergüenza les dura solo unos segundos a los
transeúntes que Zuquilanda aborda en el centro de Durán para darles también un
calendario y una volante que contiene sus propuestas.
Uno lo toma del brazo y le dice: 'Doctor, aquí en Durán
pagamos las planillas de agua más caras de este país(...) Todos los gobiernos,
desde el del ingeniero (León) Febres Cordero hasta ahora, han dado la plata
para el agua, pero nunca se ha hecho nada'.
Camina y vira a la calle Sibambe, enseguida otro en
bicicleta lo aborda y le cuenta: 'Doctor, aquí el problema es que todos
prometen y no cumplen. (Rafael) Correa prometió tres hospitales para Durán, y
no hay nada'.
Habla, se quejan, esperan soluciones y Zuquilanda les
promete cambios y dice que hay un desorden en el país.
"En Cumbayá (Quito) las planillas de agua son de 10
dólares, ahí vive la gente más poderosa del país y en Durán, donde no vive la
gente más poderosa del país, tienen cuentas de $ 40", compara el
candidato, que dice no hacer cierres de campaña porque la suya es permanente
desde que los derrocaron como gobierno en 2005, cuando un golpe de Estado sacó
del poder a Lucio Gutiérrez, candidato a asambleísta nacional.
Le preguntan:
'Doctor, y la tarima ¿dónde va a ser?'.
Enseguida contesta:
'Me opuse categóricamente a que hagamos tarimas y contratemos bailarines porque mi personalidad no es eso, yo soy coherente con lo que digo, cómo adelante de estas personas con esta pobreza, con este desespero, vamos a comenzar a darles trago, fiestas, ¿qué tienen que celebrar ellos?'.
Su caminata continúa, despoja a su minúsculo equipo de
campaña de las gorras rojas que los cubren para dárselas a quienes le piden una
camiseta, entre ellos una ama de casa que le pide ayuda porque su hijo fue
condenado a dos años de cárcel por drogas. Al borde de las lágrimas ella jura
que solo es un adicto que necesita ayuda.
Luego de escucharla pacientemente el candidato de la
lista 3 conmovido escribe su número celular en un calendario y se lo entrega,
le dice: 'Llámeme para ayudarle'. Y así hace con dos o tres más que le cuentan
sus problemas en la calle y en el mercado.
El camino de Zuquilanda era largo, después de Durán tenía
programado visitar Milagro, Daule, Santa Lucía, Palestina, Balzar y El Empalme. (I)
Texto y foto tomados de El Universo
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