domingo, 11 de diciembre de 2016

Entrevista Plan V, 28 Nov




“No tengo problema en reunirme con Trump”: PatricioZuquilanda


El ex canciller de Lucio Gutiérrez es la carta presidencial de la Sociedad Patriótica para las elecciones del 2017. Diplomático de carrera, Patricio Zuquilanda revela que la estrategia del gutierrismo es presidir la Asamblea Nacional y desde ahí impulsar la reforma de la Constitución de Montecristi.



Patricio Zuquilanda Duque, diplomático de carrera, no ha perdido su formalidad. Recibe a PLANV vestido con traje y corbata, en la oficina principal de la sede del Partido Sociedad Patriótica (PSP), al norte de Quito, en donde ha colocado una serie de gráficos que presentan los logros macroecómicos del Gobierno de Lucio Gutiérrez.

El ex canciller es el candidato presidencial del PSP, y sus propuestas se basan en conseguir una mayoría opositora en la Asamblea Nacional que lleve a Lucio Gutiérrez a la presidencia del Legislativo. A Zuquilanda le preocupan la crisis económica, la abultada deuda con la China, la escasa inversión extranjera occidental y combatir muchas de las ideas que el correísmo ha inoculado en la población durante diez años de propaganda y autoritarismo.

¿Cuáles son los ejes de su campaña?
Después de Correa, Ecuador inicia una nueva etapa. El país ha cambiado y eso es una realidad, y cambió por la fuerza del dinero que tuvo este Gobierno. Sin ese derroche, ese despilfarro, volver a la autoridad, a la disciplina, al concepto del empleo, a las relaciones con la Iglesia y las Fuerzas Armadas, y buscar soluciones a estos problemas es importante. El país puede haber ampliado las carreteras, pero no hemos progresado en términos culturales. Creo que esos son los temas que hay que tratar entre los candidatos, los temas que importan a la esencia de la nación.


¿Cuál fue la génesis de su candidatura? ¿Por qué decide aceptar esta postulación?
He estado trabajando de manera muy intensa y militante en el Partido. Yo fui testigo de cómo se generó el derrocamiento de Lucio Gutiérrez, pues yo vi cuando Hugo Chávez y Fidel Castro le propusieron a Lucio que se alinee con Cuba, Venezuela y la ALBA. Yo estuve presente cuando le dijeron que su línea iba a prevalecer en América Latina. Lucio les dijo que estaban equivocados, que Ecuador necesitaba una relación con las grandes potencias, y no con países que no le significaban ningún beneficio. Nos perseguían en todas las reuniones internacionales.

¿Hubo injerencia extranjera en el derrocamiento de Gutiérrez?
No me queda ninguna duda. Por otro lado, hubo un mal manejo de la política interna del país. Creo que hubo una excelente política internacional, una excelente política económica, pero hubo fallas serias en el manejo político. No podemos negar que tuvimos una falta de experiencia en el manejo de intereses económicos que querían controlar las empresas y recursos del Estado. Lucio Gutiérrez pensó que su honestidad militar se podía trasladar al manejo del Estado, pero lo que se produjo es una alianza de la derecha con la izquierda, apoyados por Chávez. La economía crecía al 8.9%, y el manejo económico del PSP fue excelente.


















Pero su Gobierno fue derrocado, y de ahí surgió el correísmo. ¿Los errores del PSP le abrieron la puerta al Ecuador de Rafael Correa?
Yo creo que sí. El derrocamiento de Lucio fue un cambio terrible, se vino una época de derroche, se derrocó a Gutiérrez en un momento excelente de la economía del país. Las mayores inversiones de América Latina se estaban dando en Ecuador. Ahora hay una deuda con China de 11 mil 500 millones con una inversión real de apenas 92 millones. Pero a partir de ahí, en 2009, lanzamos la plataforma de la Unidad Nacional, que no fue atendida al principio por los partidos políticos. Cuando Correa parecía que se lanzaba, se habló de unidad, pero al no lanzarse, hubo atomización y unidades parciales. Nuestro planteamiento fue la alianza total, un gobierno de salvación nacional. Eso no se entendió. A pesar de esos nos reunimos con todos los líderes políticos, uno por uno, les propusimos que Lucio no se iba a lanzar en unas primarias, y todos rechazaron las primarias. Nadie quiso sacar una candidato único. Entonces propusimos someternos a una encuestadora internacional, y a una auditoría, pero el primero en oponerse fue Jaime Nebot. Y luego comenzaron a imponer candidaturas, y nos llamaron a pedir apoyos. Eso era inadecuado. Luego planteamos la necesidad del control electoral, y probamos que hay dos millones de personas inadecuadamente colocadas en el padrón electoral. Pero como ya no hay independencia de poderes en el Ecuador, como se ha conformado una monarquía que hace lo que le da la gana, las denuncias no son atendidas. En la actualidad estamos viviendo del crédito, tendremos que pagar pasado el 24 de mayo del próximo año. Pensamos que estamos en otra época política y por eso hemos hecho un partido más organizado, con una directiva nacional de civiles, mientras los ex militares están en cargos de asesoría. Aquí no discutimos si somos marxistas o neoliberales, somos nacionalistas, tratamos los temas ecuatorianos. Creo que los periodistas, por culpa de la Ley de Comunicación, no están investigando a la administración pública, que debe responder al pueblo. En el Ecuador conocemos ya nuestros problemas a fondo, pero no hemos contratado a un presidente a que se queje, sino a que solucione los problemas. Creo que el presidente no está para contar qué comió o dónde anduvo en bicicleta, sino qué solución le dio a los problemas.

Usted ha planteado un escenario de dispersión política. ¿Su candidatura surge de la imposibilidad de la unidad de la oposición?
Hemos analizado los casos de países con los mismos problemas y sus estrategias. El PSP motivó a 16 agrupaciones políticas a un acuerdo nacional por la transparencia electoral.

Pero no hubo un acuerdo político de largo aliento…
Sí, no se logró entre esos 16 dirigentes ponernos de acuerdo sobre candidaturas únicas. Fracasamos en eso. Hasta 72 horas antes tuvimos conversaciones en búsqueda de unidad. Fue un fracaso rotundo. Pero al mismo tiempo seguimos trabajando en nuestras listas. Desde hace un año que se mencionó mi nombre. Y en una convención nacional se resolvió que yo sea el candidato. Es hora de desmontar la Constitución y las leyes que han afectado a muchos ecuatorianos, y es la Asamblea el escenario para eso.

¿Qué reformas propondría usted a la actual Constitución?
Proponemos el regreso del Congreso Nacional. No podemos imitar a Venezuela, fue una tontería imitar a Venezuela. El Legislativo es un congreso y así debe llamarse. Se debe reducir el número de diputados. Se podrían reducir a la mitad, y al mismo tiempo crear un Senado. Los senadores podrían ser dos por provincia. Estimamos 60 diputados y 40 senadores. Creemos que las disposiciones de la Cámara Baja deben ser meditados por senadores de alto nivel. No se puede dejar las leyes a la emoción politiquera.


¿La reforma a la Constitución debe ser por medio de una constituyente o del propio poder legislativo?
Hay dos tendencias en el país. La que propone una constituyente y la que aspira a una reforma en el Congreso. Pero la Constituyente tomará dos años, y se nos viene un quiebre de la economía ecuatoriana, que pondrá en riesgo a miles de familias. El Ejecutivo tendrá que manejar esos problemas y no sería pertinente una Constituyente. Soy partidario de una reforma en el Legislativo, para que produzca las reformas que necesitamos en esa misma Constitución. Luego se convoca un referendo.

Pero para eso se necesita una mayoría amplia de la oposición en la Asamblea, puesto que a Alianza PAÍS no le interesa cambiar una coma de la Constitución. ¿Cree que la obtendrán?
Uno de nuestros defectos es no negociar con claridad. Creo que la oposición sí va a tener mayoría. El PSP ha presentado a nuestra mejor carta política, el ex presidente Lucio Gutiérrez. Es un hombre sereno, con mente patriótica, al que queremos promover a la presidencia de la Asamblea. Lo estamos planteando de frente. Cuando se acabe la grosería en mayo, debemos entrar en un proceso de negociación. Nosotros tenemos experiencia y visión y proponemos el control electoral para evitar el fraude, y queremos que no se despedacen entre sí los grupos de la misma tendencia. Apelamos a la moderación, los adversarios políticos no pueden ser enemigos personales.

¿Qué le parece la propuesta de cierto candidato de implementar la pena de muerte?
¿Se puede usted imaginar que un hijo suyo caiga en manos del tipo de jueces que tenemos ahora y que esos jueces decidan sobre la vida y la muerte? Ni con independencia de poderes se puede confiar en algo así en el país, menos con la judicatura que tenemos, que no merece el respeto de los ecuatorianos.



Usted anuncia una crisis económica de magnitud. ¿Cómo se configura esa crisis si es que el correísmo llega a perder el poder?
Hay varios segmentos del problema. Al no haber independencia de poderes, ni seguridad jurídica, las inversiones del exterior no han venido. No hay empresas italianas, norteamericanas, francesas en el país…

Pero le dirán que hay empresas chinas, que son tan grandes como las occidentales, ¿cuál es su objeción?
Sí, pero no hay inversión internacional. Apenas hay 372 millones de inversión extranjera, eso significa que no hay transferencia de ciencia y tecnología ni generación de empleos. Los impuestos han hecho huir a los inversionistas nacionales. El señor Glas está equivocado sobre el cambio de la matriz productiva. Basta ver a los gremios de exportadores de Ecuador y se dará uno cuenta de que ya solo quedan grupos muy reducidos de empresarios heridos por los problemas y trabas que ha impuesto el Gobierno. Es por eso que hay un déficit de la balanza comercial. Esto se produce por la falta de acuerdos de libre comercio.

¿Se acaba de firmar un acuerdo con Europa, qué reparos tiene al respecto?
Fui yo como canciller quien inició esas negociaciones. Pero subió al poder el señor Alfredo Palacio, acompañado de Correa y botaron a la basura el acuerdo de asociación con Europa. Y luego resulta que el señor Cassinelli acelera el acuerdo multipartes. En lo que no estoy de acuerdo es con los once años de desperdicio del comercio ecuatoriano. ¿Quién responde por las pérdidas que hemos tenido en 11 años? También faltaban 15 días para el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, y también lo botaron a la basura. La causa de los problemas de comercio exterior es esta política. Yo he visitado las zonas de frontera norte y es increíble como en los almacenes colombianos agradecen al presidente Correa por la cantidad de ecuatorianos que manda a comprar en Colombia. También botaron a la basura la membresía del Ecuador al APEC, el foro que se acaba de reunir en el Perú, que a eso pasó el presidente chino a Lima, y de pasada pasó por aquí, que no nos mienta el canciller Long que fueron sus gestiones. Le debemos 11 mil 500 millones a China, y hay acuerdos secretos, con interés del 10,45%. Si me pregunta si vamos a tener relaciones con el Fondo Monetario y el Banco Mundial, vamos a firmar las cartas que sean, porque el interés es apenas del 1.5%, con más años de gracia que China. Es verdad que hay empresas chinas, pero eso es un engaño, han venido con proyectos dados a dedo. Ellos dan el crédito y nosotros les regalamos la obra sin licitación, eso no es inversión. Nuestra propuesta es reestructurar esa deuda con China, nos oponemos al no pago a China. El país debe reestructurar la deuda, con más plazo y con menos interés. Debemos proponer a China una inversión de 11 mil 500 millones, no es cuestión de solo prestarnos plata, sino de invertir. Correa le recibe al presidente chino como al rey del mundo, con apenas 92 millones de dólares de inversión. La gente no percibe la pobreza porque los chinos les están mandando créditos para que paguen sueldos.

Usted decía que no ha habido cambios culturales en el Ecuador, pero el correísmo ha impuesto una visión regresiva con leyes como la de Comunicación ¿cómo combatir esas ideas?
De la Ley de Comunicación solo rescato el derecho a la réplica, que obliga al periodista a investigar y probar lo que dice. Cuando yo fui ministro de Relaciones Exteriores, ciertas personas decían alguna cosa, yo salía a explicar y esperaba que se aclare la posición del canciller, y nunca hacían eso. Yo me desgasté refutando cosas y nunca hicieron ninguna aclaración ciertos periódicos…



Cómo la vez que se publicó que se compró un Cadillac para su uso personal?
Me dieron tres meses con eso. Expliqué que mandé a vender unos carros viejos en 60 mil dólares y compré un Cadillac para el protocolo, para no arrendar un carro cuando venía una visita importante. Puse un reglamento de uso: solo para personalidades. Nunca me subí al Cadillac, porque nos botaron, y al final el señor Lenin Moreno anduvo en el Cadillac mientras era vicepresidente. Ahí sí no hablaron del Cadillac de Moreno. Pero sobre la Ley, creo que es importante mantener la réplica, y el resto de la Ley hay que burlarnos de ella, porque solo los periodistas, en todo el mundo, han podido determinar los niveles de honestidad en la administración pública. Los partidos políticos no van a indagar la verdad de los hechos, lo deben hacer los periodistas. Si yo fuera presidente, haría un consejo de representantes de la prensa en todos los sistemas de ejecución de proyectos, porque creo que solo los periodistas son capaces de dar a conocer la forma en la que se debe manejar el dinero público.

Usted ha dicho que en el Ecuador se ha creado una monarquía, se han inculcado criterios autoritarios ¿cómo desmontarla y restablecer los valores republicanos en el país?
No se puede aceptar que no haya separación de poderes. La Corte Suprema de Justicia debe estar integrada por jueces probos y no obedecer a telefonazos del régimen, por eso nadie le gana al Gobierno, la justicia no es imparcial. El Legislativo debe tener una atomización en lugar de un partido reinante. Hay asambleístas que ni leen lo que votan. En un congreso con varias fuerzas por lo menos se negocia, se estudia, hay diálogos, hay acuerdos, lo que tenemos ahora es la ausencia total de discusión. Debe haber garantía absoluta de separación de poderes. Se ha impuesto el abuso. Debemos ir a una actitud cultural, no punitiva. Hemos perdido el concepto del maestro, del educador que sustituye a los padres, ha sido irrespetado, pues antes tenía tiempo para su propia formación profesional. Hoy los tienen 12 horas en los colegios. Es lo mismo que está pasando con los médicos. Eso es idiota, pues el médico debe estar descansado. En el tema del IESS, creo que el Gobierno debe dejar de ser el director del Instituto, para que no sea una caja chica del Gobierno, para que no sirva para financiar el presupuesto.

¿Cómo serían sus relaciones con Estados Unidos si gana las elecciones?
Yo no tengo miedo de decirlo: 24 horas después estaré en Washington conversando con Donald Trump, ¿cuál es el problema? El Ecuador tiene que ser amigo de Estados Unidos. ¿Si Trump protege los intereses de nuestros compatriotas, por qué no voy a hablar con Trump? Él ha dicho que va a expulsar a los indocumentados, pues yo voy a hablar con él y le voy a decir que reconozca la calidad del trabajo de los ecuatorianos, que son gente honesta y trabajadora. También ha dicho que va a expulsar a los delincuentes, pero en ese caso yo no voy a ir a proteger a delincuentes. Los delincuentes deben pagar sus culpas.

¿Y qué haría con el asilo a Julian Assange?
Ese es el cúmulo de la idiotez en el manejo de la política exterior ecuatoriana. Si yo gano, Assange debe salir corriendo de nuestra embajada en Londres, porque yo lo pongo en manos de la policía sueca. El asilo es para delitos políticos, este señor está acusado de violación. El Estado ecuatoriano no tiene por qué mantener a un tipo a que salga a la prensa mundial. ¿Ricardo Patiño nos va a devolver el prestigio internacional tan venido a menos por culpa de Assange? Sepa Assange que cuando ganemos tiene que poner pies en polvorosa.

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